Soy divertido, pero no cómico. Soy especialista, pero no experto. Soy natural, pero algo introvertido.

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Despediría a cualquier cliente que regatee precios, pida trabajar gratis “a cambio de” o compare el precio de mis servicios.

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Sí sé que voy a conseguir terminar una tarea hoy, estoy dispuesto a quedarme trabajando hasta el final, aunque tengo tres peques en casa y si tengo que parar, paro.

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No contrataría a nadie que no sepa diferenciar entre una interrupción puntual y una constante con la mensajería personal. Que no tenga actitud y proactividad.

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Me avergüenza decir que le doy más importancia de lo que debería a salir en cámara. Aunque es algo por lo que hay que pasar.

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Creo que valorar el tiempo del que disponemos es esencial. La puntualidad es una de mis virtudes y espero que mis colaboradores y clientes compartan este respeto por el tiempo ajeno.

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No puedo empezar a trabajar en un proyecto a menos que sepa con total seguridad que soy la persona adecuada para la realización del trabajo y tenga la total confianza del cliente.